ÉMILE BENVENISTE

PROBLEMAS DE LINGÜÍSTICA GENERAL
ÉMILE BENVENISTE





ESTRUCTURA DE LAS RELACIONES DE PERSONA EN EL VERBO

En todas las lenguas que poseen un verbo se clasifican las formas de conjugación según su referencia a la persona, la enumeración de las personas constituye propiamente la conjugación; y se distinguen tres, en singular, plural y dual.
Siempre hay tres personas y no más de tres.

La persona verbal se estudia sobre el fundamento que diferencian las personas; y se resumirá por entero en la estructura de dicha suposiciones.

Se puede partir desde las definiciones que emplean los gramáticos árabes.
Para ellos, la primera persona es “el que habla”; la segunda “al que se dirige uno”; pero la tercera es “el que está ausente”.

En esta denominación está implicada una noción justa de las relaciones entre las personas; justa sobre todo por revelar la disparidad entre la 3ra persona y las dos primeras. Al contrario de lo que nuestra terminología haría creer, no son homogéneas.

En las dos primeras personas hay a la vez una persona implicada y un discurso sobre esa persona. YO designa al que habla e implica un enunciado sobre YO, diciendo YO no puedo no hablar de mí. TÚ es designado por YO. Pero de la 3ra persona y sobre su legitimidad queda en tela de juicio. La 3ra persona indica un enunciado sobre algo o alguien, mas no referido a una persona específica. Se trata de un ausente. La 3ra persona es la no-persona.

El YO que enuncia, el TÚ a quien YO se dirige son únicos. Pero ÉL puede ser una infinidad de sujetos o ninguno. Otra característica es que YO y TÚ son inversibles: aquel que YO define como TÚ puede invertirse a YO, y YO se vuelve un TÚ. No es este el caso de ÉL, puesto que ÉL en sí designa específicamente nada y nadie.

La presencia de YO es constitutiva del NOSOTROS.
NOSOTROS = YO + ÉL (exclusiva) ej. Resolvimos un problema.
YO + TÚ = (inclusivo) ej. Resolvamos este problema.

Son las formas inclusiva y exclusiva, que diferencian el plural de la 1ra persona.
Es una persona la que predomina en cada una de las dos formas, YO en la EXCLUSIVA de la no-persona, TÚ en la INCLUSIVA con la persona YO implícita.

YO/TÚ se acompaña con una serie de indicadores, pronombres demostrativos como: este, esto, y adverbios, como aquí y ahora que delimitan la instancia espacial y temporal que contiene YO.

HUELLAS DE LA ENUNCIACIÓN

VERBOS DE ENUNCIACIÓN: muestran la situación espacial del enunciador. (subir, bajar, volver, ir, venir, partir, llegar, etc).

VERBO EVIDENCIAL: el YO se separa del enunciado. (parece, supongo, yo creo que, pienso, opino, siento, etc).

(marcan la presencia de YO) TIPOS DE PRONOMBRES:

DEMOSTRATIVOS, éste, ese, aquel.
TEMPORALES: hoy, ahora, ayer, mañana.
LOCATIVOS: aquí, allá, acá, allí.
PERSONALES: me, te, nos, mío, suyo.
DISCURSIVOS: evidentemente, francamente, indudablemente.

LA SUBJETIVIDAD EN EL LENGUAJE

Aceptamos que el discurso es lenguaje puesto en acción. La comparación del lenguaje con un instrumento material. Hablar de instrumento es oponer hombre y naturaleza. El pico, la flecha, la rueda no están en la naturaleza. Son fabricaciones. El lenguaje está en la naturaleza del hombre, que no lo ha fabricado. Si nos remontamos en la historia, nunca llegamos al hombre separado del lenguaje ni jamás lo vemos inventarlo. Es un hombre hablante el que encontramos en el mundo, un hombre hablando de otro. Y el lenguaje enseña la definición misma del hombre.


La lengua es una posibilidad abstracta, lo que realmente se puede estudiar es el habla, porque es individual y concreta.

La enunciación es el poner a funcionar la lengua por un acto individual de utilización.
Su manifestación es el habla.


Es en y por el lenguaje como el hombre se constituye como sujeto; porque el solo lenguaje funda en realidad, en su realidad que es la del ser, el concepto de “Ego”.
La subjetividad que aquí tratamos es la capacidad del locutor de plantearse como sujeto.

Es Ego quien dice Ego

La conciencia de sí no es posible más que si se experimenta por contraste. No empleo YO sino dirigiéndome a alguien, que será en mi alocución un TÚ. Es esta condición de diálogo la que es constitutiva de la persona, pues implica en reciprocidad que me torne TÚ en la alocución de aquel que por su lado se designa por YO.

El lenguaje no es posible sino porque cada locutor se pone como sujeto y remite a sí mismo como YO en su discurso. En virtud de ello, YO plantea otra persona, la que exterior y todo a MÍ se vuelve mi eco al que digo TÚ y que me dice TÚ.

La polaridad de las personas, tal es en el lenguaje la condición fundamental, de la que el proceso de comunicación. EGO+TÚ, ninguno de los dos términos es concebible sin el otro; son complementarios, pero según una oposición “interior/exterior”, y al mismo tiempo son reversibles. Única es la condición del hombre en el lenguaje.

YO se refiere al acto individual en que es pronunciado, y cuyo locutor designa. Es un término que no puede ser identificado más que en lo que por otro lado hemos llamado instancia de discurso, y que no tiene otra referencia que la actual. La realidad a la que remite es la realidad del discurso. El lenguaje está organizado de tal forma que permite a cada locutor apropiarse la lengua entera designándose como yo.


Comments

La náufraga said…
Primero. Me han encantado tus apuntes. Muchos conceptos, gracias a tu post, los tengo ahora claros.
Pero sigo sin entender por qué piensa Benveniste que la tercera persona corresponde a la no-persona, a la que no se refiere a nada ni nadie. ¿Me explicas?
Se me ocurre que es porque los referentes "reales", es decir, las personas o cosas del mundo que designan: 'él/ella/eso', no se encuentran al alcance de la percepción del hablante durante el discurso de éste; pero vamos que no estén presentes no significa que no existan. Bah, estoy perdida, que ya me he leído los "Problemas de lingüística general" y no lo pillo.

Gracias.

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